PHAËTON

Ópera de Jean Baptiste Lully (1632 – 1687)

COMENTARIO

Prólogo
CORO DE ACOMPAÑANTES DE ASTREA
Busquemos la paz, para asegurarnos un reposo agradable.
Los placeres tranquilos sólo acuden a quien los busca.
No tengamos nada inútil.
Huyamos del ruido y de la confusión.

ASTREA
Todo responde a mis deseos,
Pero mi felicidad no será perfecta
Hasta que todos los mortales sean felices.
Espero ver todavía la Edad Afortunada que  los dioses han 
prometido al Universo.
Calmemos nuestra impaciencia con placeres inocentes.

Acto 4 escena 2
UNA DE LAS HORAS
En el Palacio
Desafiad a la Envidia.
En el Palacio
Vivid en paz.
...
La gloria es bella
No tardes, Síguela.

FAETÓN
En nombre del amor paterno
Impón silencio a la Envidia.

SOL
La Envidia ataca fuerte.
Tienes razón...
Te ofrezco todos mis tesoros.

FAETÓN
Permíteme iluminar el Universo
Sobre tu carro, en tu lugar.

SOL
Hijo mío, qué pretendes!

FAETÓN
Si soy hijo tuyo, haz que comience ya mi empresa.

SOL
Tus deseos van más allá del poder humano, 
son demasiado para un mortal.

FAETÓN
La muerte no me preocupa

SOL
He hecho un juramento indiscreto.
Mi corazón está triste.
¿No basta con mi testimonio?
...
Abandona tu peligroso deseo.
Evita tu muerte.
...
Puesto que  he jurado, te doy satisfacción.
FORTUNA, cuida de un Temerario.

Acto 5 escena 5
TEONE (diosa de la Tierra)
El instante fatal llega.
Las tinieblas cubrirán para siempre al Sol.
Faetón va a caer.
...
Que el temor agite mi alma!
Faetón, tú te pierdes,
Pero vas a abrasar al Universo.

CORO
Dioses, ¿qué fuego se extiende por todo?
Dioses, todo va a ser reducido a cenizas!

Acto 5 escena 6
TEONE
Júpiter, sálvame!

Acto 5 escena 8
JÚPITER
Por el bien de la Humanidad,
Tu muerte es necesaria.
Sirve de ejemplo para los audaces: cae con tu orgullo,
Tropieza, Temerario.
Deja en paz a la Tierra y a los Cielos. 

PERSEO

                         Ópera de Jean Baptiste Lully (1632 – 1687)

COMENTARIO
Sobre la Virtud
Prólogo
CANTO A LA VIRTUD
La VIRTUD hace encontrar en los lugares más tristes, una felicidad profunda.
Sin la VIRTUD no hay bienes verdaderos. 
Siempre es amable y hay que amarla siempre.
El héroe si es virtuoso hace que su memoria sea eterna.
No hay felicidad donde no hay virtud. No se es dichoso sin ella.

DICE LA VIRTUD
No es cosa de poca monta.
No se obtienen con facilidad los bienes que se ofrezco: cuestan mil esfuerzos y crean miles de envidiosos.
La variable FORTUNA constantemente me quiere destruir y quien me busca se expone a sus golpes y encuentra en su ira a la HIDRA (GORGONA, MEDUSA), peligro siempre renaciente.
Huid de la pomposidad, de la fastuosidad, y gozad de la dicha de una vida inocente.

RESPUESTA A LA VIRTUD
Contigo, no hay nada espantoso.

Acto I, escena 12

CEFEO
Temo que Juno no quiera apaciguar su odio contra nosotros.
Temo que Medusa continúe con su funesta ira.
Si los dioses están armados contra nosotros, no nos quedan esperanzas.
Etiopía ya no me está sumisa. Mi pueblo está indefenso contra la Medusa.
Y si Juno no se apacigua, seré rey de un pueblo petrificado.

CASIOPEA
He comparado mi gloria a su gloria inmortal y la diosa ha castigado mi osadía.
Pero espero aplacar su ira con los juegos que he ordenado celebrar en este lugar. 
Mi orgullo ha ofendido a la divinidad y es preciso que con mi respeto repare el crimen de mi vanidad.

Acto  V, escena 27 

VENUS
Mortales: vivid en paz. 
Júpiter os protege por bien de su hijo. Incluso Juno le quiere contentar.
Casiopea, Cefeo, Perseo, Andrómeda: tomad lugar en el cielo junto a mí, donde siempre os rodearán luminarias resplandecientes.
¡Héroes virtuosos: Andrómeda es para vosotros. Existe un triunfo más dulce?! 
SOBRE LA LIBERTAD   
 Publicado en el HERALDO DE ARAGÓN  el 10 de junio de 2020, pág. 22

Acabo de leer un librito de Hannah Arendt en el que se recogen algunas reflexiones sobre la libertad, en este caso la que se pretende conseguir tras una revolución, con el apoyo de Maquiavelo, Saint-Just, Robespierre o Rosa Luxemburgo.
Su lectura me sugiere ciertos comentarios, algunos de los cuales ofrezco aquí para la reflexión de todos pues, aunque las ideas de H. Arendt fueron escritas hace tiempo, hoy se pueden aprovechar bastante bien.
En primer lugar, que un gobierno débil, errático, incongruente, deslavazado, dividido o  que haga dejación de su poder, es causa de malestar entre los ciudadanos, miedo y desconfianza e, incluso, puede provocar entre ellos un movimiento de rechazo y un deseo de cambio. 
En segundo lugar, que cuando un gobierno, o un partido político, quiere hacer su propia 'revolución' para mantenerse en el poder, tiende a constituir una dictadura, no del proletariado, sino de un partido o de un puñado de políticos, dice Arendt. Suele suceder que ellos consideran que todo les está permitido, que no hacen nada mal, que no sienten infringir ninguna ley, quizá porque su poder les hace editar leyes nuevas a su favor.
En tercer lugar, si eso sucede, en vez de libertad, lo que ocurre es que se tiende a suprimir las libertades y los derechos.
En cuarto lugar, que es diferente que se busque la libertad para liberarse de cualquier opresión que querer ser libre para tener su propia buena vida o para participar en política. Las dos son necesarias. Lo malo es querer hacer uso de esa libertad para alcanzar el poder por la fuerza o por el engaño porque entonces se tiende al abuso y a la injusticia.
En quinto lugar, que para conseguir esto no es mejor un régimen que otro, monarquía o república, siempre y cuando el gobierno se preocupe de satisfacer la buena vida privada de la gente, los medios apropiados, en el trabajo, en los salarios, en el ahorro, en la vivienda, en la alimentación, en la educación, en la cultura, en el esparcimiento y en las creencias.
En sexto lugar, que el deseo de ser reconocido o de destacar, socialmente o políticamente, es legítimo. Pero ambicionar el poder para poder destacar, para ser reconocido, es un vicio, propio de los tiranos y tiende a impedir la concordia y a destruir la vida política.
En séptimo lugar, que no hay libertad sin igualdad. Igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades. Todos deben tener las mismas posibilidades de encontrar medios de vida adecuados y de participar. Y el gobierno debe cuidar para que esas necesidades siempre estén garantizadas por la vía pública, pero si la iniciativa privada las satisface de igual modo, la igualdad significa que esa vía debe ser reconocida.
En octavo lugar, que para ello es necesaria la justicia. Justicia para todos y aplicada de igual modo a todos.
En noveno lugar, que con la libertad y la igualdad, los ciudadanos reclaman tener información veraz adecuada a cada circunstancia. La desconfianza que se crea cuando hay sospecha de que el gobierno, o cualquier poder, manipula o miente, destruye el apoyo necesario y la buena convivencia.
En décimo lugar, que la satisfacción de medios de vida adecuados, la libertad, la igualdad, la justicia y la veracidad, parecen ser la base de nuestra democracia y en la que se exige al gobierno estar atento y al servicio del ciudadano, y no al revés.

Zaragoza 13 de abril de 2020
Juan Luis Ríos Mitchell